domingo, 14 de agosto de 2011

Primer Clásico del año

Un Madrid de gala no pudo con Barça circunstancial, que no de circunstancias. A los culés les falló el colectivo pero les rescataron las individualidades. Se hablará de Messi y Villa, y seguramente menos de Víctor Valdés, que firmó una notable actuación. El meta azulgrana salvó a su equipo de al menos dos goles cantados y, sobre todo, irradió seguridad en los momentos de más potencia en la carga madridista.

Lo tuvo todo el Madrid menos efectividad. La que le sobró al Barça, que convirtió en gol sus dos ocasiones del primer tiempo, casi del partido. Apenas hizo falta que el Madrid aflojara el nudo -el calor y el calendario penalizaron su derroche físico- para que los azulgrana lograran llevar el balón hasta Messi. Primero, entregó un balón insulso a Villa que el asturiano transformó en un misil teledirigido a la escuadra de Casillas. El Madrid andaba aún lamiéndose la herida cuando Khedira midió mal en una ayuda, Pepe derrapó y Messi se vio solo ante Casillas. Con el resultado habitual, por descontado.

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